Un
rato después de haber visto esto y haber escuchado cada palabra que
salía de la boca de Ágata Grey, se me encendió una chispa en la
cabeza, aunque más bien fue un fogonazo. Recordé que desde hace
tiempo tenía en mente hablaros de una cosa, de algo muy importante
para mí. Es algo serio, muy serio, así que preferiría que lo
leyerais despacio, atendiendo bien a cada palabra.
Quiero
hablaros de los sueños, pero no de esos sueños que tenemos cuando
dormimos, ni cuando soñamos despiertos, ni siquiera me refiero a
esas fantasías que tenemos en algún momento y que se evaporan con
facilidad. Estoy hablando de esa idea que tenemos metida entre ceja y
ceja desde que tenemos uso de la razón, estoy hablando de esos
deseos sobre los que hemos ido cimentando nuestra vida, estoy
hablando de nuestro futuro, de un futuro cada vez más cercano y
destartalado.
Estoy
hablando de un futuro en ruinas, de vuestro futuro.
Nos
están quitando nuestro futuro, nos están quitando nuestros sueños, nos
están quitando nuestra vida. Aunque supongo que esa idea ya está en
vuestra cabeza desde que empezó todo esto de la crisis y los
recortes, así que no hace falta que os hable de ello.
En este
momento prefiero no desviarme del asunto que me preocupa, de lo que
quería hablaros hoy.
Todos
tenemos más de un sueño que queremos cumplir: hacer la carrera que
deseamos, tener el trabajo que queremos, formar una familia... Pero
hay un sueño por el que lo daríamos todo, el sueño de nuestra
infancia, el que creemos imposible.
Ese es el sueño del que me
interesa hablaros.
Cualquiera
al que le habléis de ese sueño os llamará locos, os dirá que no
merece la pena luchar por ello, que es una tontería pensar siquiera
que puede ser posible. Pero yo no pienso así, nunca lo he hecho. Mi
vida se ha cimentado con ese sueño, ese sueño me ha mantenido con
vida, y haría cualquier cosa por cumplirlo, porque, al contrario de
lo que os han enseñado, SÍ ES POSIBLE.
Porque, si vosotros no creéis en vuestros propios sueños,
¿quién va a hacerlo por vosotros?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Opina lo que quieras, acepto críticas y la mayor parte de las veces las llevo a la práctica.
Si no te gusta no sé qué haces por aquí, y menos qué haces comentando.
Gracias por leerme.